Capítulo 8 :)

Bueno chicos ayer no pude escribir, así que aquí os dejo el capítulo 8. Recordad que nos encantaría que participaseis en nuestro concurso de dibujos de sinsajos. Recordad que la recompensa es elegir que pasará en uno de los capítulos de Cato. Un beso :)

Justo cuando se abren las puertas me separo de Clove y pienso: “¡Qué estúpido! ¡No puedes enamorarte de ella!”

En la estación hay demasiadas cámaras, me empiezo a poner nervioso, y lo único que puedo hacer es salir de allí cuanto antes. Cuando me dispongo a abandonar la estación, Lattia me coge del brazo y me dice:

-¿Dónde vas jovencito? Es por aquí, vas a conocer a tu estilista y tu equipo de preparación.

En estos momentos estoy tan aturdido por lo que ha pasado que no puedo hacer otra cosa más que aceptar y seguirla.

Cuando llego me dejan solo en una habitación, y es el primer momento que tengo a solas después del beso, que por cierto me ha encantado, y me sumerjo en mis pensamientos cuando entra una mujer alta, con el pelo largo, recogido en un extraño peinado, del color del mismo oro, y los ojos verdes como la hierba que puebla nuestros campos del Distrito 2, no sé por qué, pero su entrada me incomoda, y salto diciéndole:

-Y tú ¿Quién eres? ¿Es que no puedo estar ni un momento a solas?

-Tranquilo, me llamo Raise, y soy tu estilista, no puedo ni imaginar por lo que estás pasando pero…

-¡No, no lo sabes!-la interrumpo. Y entonces ella se calla y se sienta en un gran sofá que hay junto a mí. Enseguida me doy cuenta de lo mal que me he portado con ella y digo:

-Lo siento, pero es que tengo mucha presión encima.

-Tranquilo, estoy aquí para ayudarte a estar guapo para las presentaciones y todos los actos que preceden a los juegos, yo pensé que podía ser tu confidente y un apoyo para ti, pero si te incomodo, solo seré tu estilista.

-No, por favor. Me gustaría que nos llevásemos bien.

-De acuerdo, de momento déjame  examinarte y tomarte las medidas.

Paso la tarde con ella, y descubro que es una de las personas más dulces y simpáticas que he conocido. Me encanta pasar tiempo con ella, y le cuento lo que me ha pasado con Clove, y me dice que solo puede ser una cosa: AMOR.

-Pero no puedo enamorarme de ella si pretendo ganar los Juegos.

-Lo sé, pero lo que puedes hacer es disfrutar del tiempo que os quede, algo siempre es mejor que nada. Bueno he terminado. Ya puedes prepararte para conocer a tu equipo de preparación, solo te pido una cosa.

-Lo que quieras.

-Que no los trates muy mal, son un poco extraños y te van a poner de los nervios, pero simplemente no les escuches, no les digas nada. ¿Lo  harás por mí?-me dice en un tono dulce.

-Claro.

No sabía muy bien a qué se refería hasta que entran tres personas muy extrañas, las más extrañas que he visto nunca, llegan y empiezan a trabajar conmigo. Sigo el consejo de Raise, y ¡Menos mal que lo hago! Es un tiempo que aprovecho para pensar sobre nosotros, y que espero que no sea muy ridículo el traje del desfile de los carros…

A las 8:30 regresa Raise con un traje envuelto en una lona, y me dice:

-Cierra los ojos y no los abras hasta que yo te lo diga.

Asiento y sigo sus instrucciones, mientras empieza a vestirme me pregunta:

-¿Ha sido muy duro?

-Seguí tu consejo y se me hizo muy llevadero. Pensé en lo que me dijiste sobre lo mío con Clove, y voy a seguir tu consejo.

-¿De verdad?¡Cuánto me alegro de haberte ayudado!, pues te deseo lo mejor  y ya sabes que me lo tienes que contar todo…

-Por supuesto-respondo sonriendo. Es la única que ha conseguido sacarme una sonrisa desde que llegué.

-Bueno ya he terminado, espero que no te parezca muy ridículo…

Me miro, y llevo un traje que se asemeja a una armadura, y un casco que parece que tiene alas, todo en un tono dorado. No es mi traje favorito, pero es mejor que otros años.

-Resalta tu musculatura-dice.-¿Qué te parece?-continúa.

-Me encanta-miento, y se le iluminan sus preciosos ojos verdes.

Me conduce al lugar donde están colocados los carros, y veo a Clove, y a otros tributos, del 1, del 10, del 9…los últimos en llegar son los del 12, que llevan una vestimenta muy extraña.

Nos subimos a los carros y comienza el desfile.