Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.
Amo la traición, pero odio al traidor.
Y pensar que hace diez años fue mi locura. Que llegué hasta la traición por su hermosura.
Los traicioneros son siempre desconfiados.
La traición, aun soñada, es detestable.
Es que no hay buena revolución que no sea traicionada, sólo las malas revoluciones no se traicionan a sí mismas...
La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja.
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